Su piel no está enferma, su piel tiene sed
El Agua Dialítica, la Hidratación y la Limpieza de la Piel
LA PIEL
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano; lo protege contra la desecación y regula su temperatura. Pero también es un almacén de sustancias nutritivas y retiene residuos de procesos metabólicos. Si el organismo funciona mal, la piel estará sucia y perderá frescura. También es una coraza frente a agentes externos: la contaminación, los rayos ultravioletas del sol, los cambios de temperatura, el estrés, la falta de sueño, la mala alimentación y en consecuencia las digestiones defectuosas. Todos estos factores y muchos más, contribuyen a acelerar la pérdida de la salud de la piel.
En el caso de una persona adulta puede tener una superficie de unos 2 m2 y un peso aproximado de 5 kilos, y además la epidermis contiene un 13% de agua y la dermis un 70%. La piel es la envoltura del cuerpo humano; es la capa de la vida; es la representación y presentación de las personas. Por ello, a la hora de hablar de belleza, uno de los temas preferidos a considerar es, precisamente, la piel.
La estructura de la piel está compuesta de tres capas: Epidermis, Dermis e Hipodermis. Cada una de ellas con una función característica, pero siempre cooperando estrechamente con la capa sucesiva.
La epidermis presenta múltiples filas (estratos) de células que, de la más externa a la más interna, son: el estrato disyunto (es la continua descamación de las células córneas), el córneo (mantiene el equilibrio de la humedad), lúcido, granuloso, espinoso y germinativo o basal (se encarga de reponer continuamente las células, así como de la producción de melanina). Las células (desde que se forman en el estrato germinativo hasta que llegan al disyunto) tardan 4 semanas en descamarse.
La dermis se compone de una red de fibras de colágeno y elastina (que estabilizan la piel y evita su deformación) y los pequeños capilares que le llevan oxígeno y nutrientes y eliminan los productos residuales tóxicos. Las glándulas sebáceas asientan sus raíces en la dermis, pero se abren a la superficie en los poros que se encuentran en la epidermis. En esta capa se localizan las células sensoriales (dolor, picor, temperatura, etc.).
La hipodermis es la capa subcutánea de la piel y que es la continuación en profundidad de la dermis. Sus fibras colágenas y elásticas se conectan directamente con la dermis y corren en todas direcciones, aunque principalmente paralela a la superficie de la piel. Desempeña las funciones de almacenamiento de sustancias y de protección contra golpes.
Las células de la piel sufren en la epidermis un proceso de queratinización y descamación continua, y son sustituidas rápidamente por otras células nuevas. Por lo que es importantísimo el aporte de agua a través de la membrana celular.
LIMPIEZA E HIDRATACION DE LA PIEL
La piel es conocida como el «tercer riñón» ya que a través de la sudoración se elimina, por ejemplo, tanta urea como a través de los mismos riñones. Se eliminan también a través de la piel sales de sodio y de potasio, hierro, fósforo, ácidos láctico y sulfúrico y otras muchas sustancias de desecho. Si algo interfiere en esa función, la piel puede sufrir trastornos y alteraciones que la degradan considerablemente y perjudican el aspecto físico y estético de las personas.
La piel respira. El intercambio de gases a través de los poros la piel implica un proceso de difusión de oxígeno y CO2 (dióxido de carbono) a través de su superficie. Por eso es muy importante que los poros de la piel estén lo más limpios que sea posible. La piel no respira de la misma forma que los pulmones, pero se trata de un proceso muy similar, con los mismos productos de entrada y salida. Este proceso es vital para el organismo, sin él moriríamos. Si se tapan los poros de la piel, se muere por sofocación.
La piel es el reflejo de la salud del organismo y su naturaleza está influida, en gran medida, por lo que ocurre en otros sistemas corporales que, aparentemente, no parecen tener relación alguna con ella. Si los principales aparatos excretores como el hígado y los riñones, no funcionan adecuadamente, la piel lo demuestra de forma clara y se convierte en un vertedero de las toxinas que el organismo expulsa. Podemos decir también que la piel es el «detector de incendios» del organismo.
Como anécdota y ejemplo podemos recordar al ucraniano Viktor Yuschenko, que fue envenenado con una de las dioxinas tóxicas más potentes (TCDD). Salvó su vida al degradarse de forma fulminante su piel (una severa erupción cutánea, dijeron) que hizo que los médicos austriacos que le trataron pudieran tomar medidas inmediatamente para salvar su vida.
Una de las funciones de la piel es mantener las toxinas indeseables fuera del organismo, y aunque puede absorber substancias beneficiosas, también puede dejar penetrar otras nocivas. Como hemos indicado anteriormente por la piel, además, también respiramos.
Una digestión defectuosa puede dejar su rastro en la piel, al igual que el estrés y un gran número de alteraciones cutáneas que se relacionan con las hormonas, como el acné en los adolescentes y los granos y manchas que aparecen antes de la menstruación. La salud del cuerpo es crucial para el buen estado de la piel. Actualmente muchas personas padecen trastornos cutáneos debido a la batalla que su organismo debe mantener continuamente contra el estilo de vida moderno (mala alimentación, estrés, falta de ejercicio físico, uso de tóxicos como el cigarrillo, contaminación ambiental, exposición excesiva al sol, etc.).
La necesidad de mantener la piel constantemente limpia y perfectamente hidratada es muy importante para la salud. Pero no sólo es importante para la salud, sino también imprescindible y vital para que los tratamientos y sistemas que se aplican en la dermatología y la cosmética sean eficaces.
Aunque por muy importante que sea la tecnología aplicada, las últimas tendencias, las últimas novedades, todas fallarán si la piel no está en perfectas condiciones de limpieza y perfectamente hidratada.
En el cuidado de la piel desde el exterior, es imprescindible la penetración de sustancias activas y esto sólo es posible a partir de la permeabilidad transdérmica.
La hidratación es la conservación del grado óptimo de humedad de la piel y el organismo. Es el agua que aporta la sangre a la piel, junto con el oxígeno y los nutrientes.
La humectación es la humedad que la piel toma del medio exterior.
Desde tiempos inmemoriales la piel ha sido objeto de todo tipo de cuidados y tratamientos orientados a preservar su belleza y su apariencia de juventud. Las enormes variedades de alternativas disponibles tienen dos denominadores comunes: los productos y tratamientos mitigan, en mayor o en menor medida, los efectos del tiempo y se basan en el cuidado de la piel desde el exterior.
Mientras esa fuente de juventud no se encuentre, siempre será legítimo seguir buscándola.
Cómo evitar que la piel tenga sed
La piel con sed, deshidratada, luce mate, apagada, triste y acentúa las líneas de expresión.
Las causas de la ausencia de agua son diversas:
- La piel seca la provocan actores internos (p. ej. la escasa producción de sebo)
- La piel deshidratada la provocan factores externos (p. ej. ambiente seco, dieta pobre en grasa, fiebre, medicamentos).
En general, la acción negativa de los factores climáticos genera pérdida transdérmica del agua corporal, acentuándose en la cara y en múltiples sitios sensibles de la envoltura cutánea.
Estos factores son: el aire acondicionado, el sol, el viento, las variaciones climáticas bruscas o el exceso de calor con mucha transpiración.
Cuanto más calor, mayor es la temperatura ambiental, produciéndose así un aumento de la secreción sebácea o grasa natural. También mejora la acción de barrera defensiva y la retención de agua.
De forma algo más específica, la deshidratación está causada por:
- Genética: Hay menor producción de grasa (ceramidas).
- Edad: Se disminuye la cohesión intracelular y la función barrera.
- Aire acondicionado: Roba toda el agua.
- Calefacción: Evapora y deshidrata.
- Cosméticos agresivos: La limpieza excesiva altera y desgasta la protección del manto hidrolipídico.
- Tabaco: Contrae los capilares, disminuye la absorción de la vitamina C, genera radicales libres, reseca.
- Medicamentos: Alteran el equilibrio, producen efectos secundarios.
- Dietas: Si no tienen ácidos grasos esenciales, se altera la producción de ceramidas, fundamentales para la cohesión intercelular.
- Largos viajes en avión: El cutis se reseca, sus aires acondicionados no tienen los niveles adecuados de humedad.
La piel deshidratada envejece: se atiranta, se descama, se estira, se arruga. Al principio es reversible, pero a la larga afecta a la cara de manera permanente.
Para prevenir este envejecimiento hay que:
- Regular el exceso de sebo
- Aportar elasticidad
- Estimular la actividad enzimática
- Promover el equilibrio hídrico
- Neutralizar los radicales libres
El agua debe ser microbiológicamente pura y estar protegida de la contaminación, los persevantes y las fragancias.
Las aguas termales son beneficiosas porque proceden de fuentes vírgenes y poseen diferentes propiedades terapéuticas que varían con su composición mineral y que ayuda también al efecto térmico.
El Agua Dialítica
El agua es el disolvente universal y es parte esencial del organismo; ya sea formando parte de él o siendo utilizada en la práctica totalidad de los procesos metabólicos.
El Sistema SLACKSTONE II® transforma físicamente el agua normal en Agua Dialítica. Químicamente sigue siendo agua, pero con mayor energía y por lo tanto con mayor poder de limpieza e hidratación.
Nuestra propuesta es introducir el tercer denominador común: cuidar la piel desde el interior con Agua Dialíticaa, y nos atrevemos a decir que, la mayoría de las veces, la piel no está enferma, la piel tiene sed.
Si limpiamos en profundidad e hidratamos adecuadamente, los problemas indicados anteriormente se resolverían.
Recomendamos beber 2 vasos de Agua Dialítica al día (500 cm3). Aportará sus beneficios como excelente solvente, depurativo e hidratante: eliminará los residuos y potenciará y hará más eficaz la hidratación de las células y de los tejidos. Tomando Agua Dialítica se limpiará e hidratará la piel, desde dentro hacia fuera.
Aún más: tome una pequeña cantidad de Agua Dialítica y rocíe o vaporice con ella el rostro y la piel más expuesta para cuidarla también desde el exterior.